Correr no da Votos

Esta semana me enzarce en una disputa dialéctica con un individuo a través de los comentarios de las noticias de la edición digital de “El Norte de Castilla”. La disputa a la vez que estéril era absurda, porque estas discusiones virtuales no llevan a ninguna parte. Pero debo reconocer que me calenté.

La noticia en cuestión es la posible suspensión de la San Silvestre Popular de Valladolid debido a que el señor alcalde (por llamar de alguna manera a esta marioneta), atendiendo a las reclamaciones y quejas de los comerciantes del centro de la ciudad, ha decidido no conceder el permiso de ocupación de la vía pública para la mañana del 30 de diciembre; y claro sin poder cortar las calles, ¡por donde vamos a correr! . La sugerencia del señor del periódico era que nos fuéramos a correr al pinar para no molestarle ni a él ni a nadie. Y yo le sugerí que se podía ir el al pinar y enterrarse allí para no ser molestado por nadie. Y ahí empezó la trifulca.

El caso es que los comerciantes, y este señor del periódico, están indignadísimos con la posibilidad de que un 30 de diciembre el acceso al centro en coche quede cerrado hasta las doce de la mañana. Y yo, que también soy comerciante a la vez que corredor, me pregunto qué clase de estrategia comercial utilizan estos señores, porque si yo que no tengo ni experiencia ni mucha idea de marketing, puedo llegar a ver que traer miles de personas a la puerta de mi local, abre un bonita posibilidad de que alguien acabe entrando y comprando algo, no entiendo cómo pueden negarse a que el centro se convierta en una fiesta con miles de personas (no solo los corredores) andando por las calles.

Desde el punto de vista de alguien que corre habitualmente, yo, que he corrido todas las ediciones de esta carrera (y cachis, no he ganado ninguna); siempre he tenido la impresión de que es más una fiesta por el ambiente alegre y distendido que se respira en el ambiente y sus disfraces, que una competición deportiva al uso. Para eso ya está el Cross de las Doce Uvas, que es mucho más duro, pura competición y se disputa justo al día siguiente.

Y es que no solo están los que corren (unas seis mil personas el año pasado), hay muchos más que acompañan a los corredores, otros muchos que se acercan a verla o a ver los disfraces. En resumen un montón de gente paseando a pie por la zona centro ¡Qué más quieren!.

Yo, sinceramente lo digo, si tengo que coger el coche para ir de compras lo más probable es que no vaya al centro, sino que me vaya a alguno de los grandes centros comerciales donde tengo todas las tiendas juntas, no hace frío y más o menos puedo aparcar sin problema. Ir al centro con el coche no es muy práctico.

Y finalmente está el alcalde, en quien yo tenía puestas muchas esperanzas de que hiciera un buen papel y que al final va a hacer bueno al señor De la Riva; y es que me decepciona día a día, vendiéndose por un puñado de votos a cualquier colectivo que reclame su intervención (aun fastidiando a otro). Ahora pretende hacer correr a seis mil personas por los caminos de la ribera del Pisuerga, caminos por los que malamente caben tres/cuatro personas a lo ancho (que yo corro por ahí cada día), y que es curiosamente por donde se disputa el Cross de las Doce Uvas. Seguro que si se aprueba ese plan ¡los abuelos que pasean por esos caminos ponen el grito en el cielo!

Señor alcalde dado que la San Silvestre es una carrera urbana en asfalto por tradición y dado que sus acólitos (y supongo posibles votantes) no quieren celebrarla por el centro, le pido encarecidamente que proponga un recorrido alternativo que pase varias veces por delante de mi tienda, calle doce de Octubre 26 ; ya me encargaré yo y mis colegas de la zona seguro que también, de atender gustosamente a todos aquellos que estén paseando por delante para ver si conseguimos que entren en nuestros establecimientos.