Como perros y gatos, pero ¿por qué?

Esta semana de nuevo voy a volver a uno de mis temas favoritos y que más me saca de quicio, el neo-feminismo radical de todos esos progres y progras que se creen que han inventado la rueda en el siglo XXI. Y todo a raíz de que el diario “El Norte de Castilla” sacara una noticia el miércoles muy en su línea ultra feminista y que me ha llamado bastante la atención, no porque me sorprenda, que ya sabemos de qué pie cojea este periódico en ese tema tan de moda, sino porque nos deja caer lo mal que le parece lo “denunciado”.

La noticia en cuestión hace referencia a la denuncia interpuesta contra una oferta de trabajo para una tienda de chuches en la que piden “una chica mona”. Y aquí es donde saltan como lobos/as todos/as aquellos/as defensores/as (bueno ya me he cansado de la tontería) que ven aquí un ataque machista a la ya excesivamente manida dignidad de las mujeres.

Primero tengo que decir que si alguien se puede sentir discriminado en este anuncio son los hombres, ya que de raíz mutila su posibilidad de acceder a este puesto de trabajo. Segundo, se trata de una empresa privada, y privada supongo que quiere decir que el dueño tiene la potestad de buscar un perfil que considere adecuado para desempeñar ese puesto de trabajo que ofrece, y mi opinión es que tratándose de un trabajo de cara al público, lo normal (excepto para los perroflautas de Podemos y demás calaña) es que la apariencia sea agradable para favorecer las ventas (y toda chica si se arregla un poquito da ese perfil). Y tercero, en este país de pandereta donde hacen tanta falta puestos de trabajo, le estamos poniendo trabas a un señor que está creando empleo (de mierda, ya lo sé, pero empleo).

Estoy seguro de que si el anuncio fuera este: “Se busca chica para atender tienda de chuches. Se requiere persona que hable cinco idiomas, tenga un master en marketing y otro en dirección de empresas, y domine la informática a nivel experto. Contrato 40 horas semanales. Sueldo 700 euros al mes” Muchos/as (ja ja ja) se quedarían igualmente de la palabra “chica” y no se dignarían ni a leer las barbaridades que van detrás.

Cuando nos daremos cuenta de que si hombres y mujeres queremos ser iguales tenemos que desterrar todo este tipo de chorradas y trabajar por dar a las relaciones entre hombres y mujeres una naturalidad que nos empeñamos en tapar con denuncias y enfrentamientos y que posteriormente, dado el nivel cultural y racional de este país, puede dar lugar a violencia real.

Muchos de los que luchan en esta guerra (hombres y mujeres) piensen que saben más que nadie y que la razón divina les asiste; y es que siempre habrá elementos en ambos bandos de esta guerra empeñados en continuar las hostilidades en pro de la supremacía de su género, sin querer darse cuenta de que la violencia (de todo tipo) hacia el contrario lo único que genera es una reacción aún más violenta. Y sobre todo sin querer darse cuenta de que todos, hombres y mujeres somos iguales y todos, mujeres y hombres, tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones; sin que nadie tenga que pisotear a nadie.

Claro que de esto viven muchos/as a los que les va este rollo. Sin la violencia que generan con esas actitudes belicosas,

su vida carecería de sentido.