UNA LEY DE MENOS
- alislibreria
- 5 dic 2016
- 5 Min. de lectura

Ha llegado a mis pobres oídos que se va a derogar la Ley de Seguridad Ciudadana, la llamada “Ley Mordaza” ya que todos los grupos de la oposición han llegado a un consenso para hacerlo (y de paso así joder al PP).
Y el viernes cayó en mis manos la carta de un policía (anónimo) al respecto y que va dirigida a todos esos perroflautas, liberales, nacionalistas o socialistas, y a sus votantes, que creen que con esta derogación ha ganado la libertad. Y no señores, no ha ganado la libertad, ha ganado el libertinaje, que no es lo mismo. Os la transcribo porque, aunque es un poco larga, merece la pena:
“Estimado borrego:
Si, lo siento pero no puedo menos que llamar borrego a todo aquel que lo único que conoce de la Ley de Protección Ciudadana es lo que ha oído en los titulares de la Sexta.
Hoy te congratulas y te alegras de la próxima derogación (que no modificación) de la LO de Protección Ciudadana. Y te congratulas simplemente porque en tu condición de borrego no te has molestado ni en leerla (al fin y al cabo los borregos no saben leer) y, por supuesto, no has usado ni una de tus neuronas para entender la finalidad de dicha ley…, pero no te preocupes mi amor a los animales me hace perder un tiempo precioso en explicarte lo que significa esta derogación.
El conjunto formado por un PSOE desecho que no sabe dónde tiene la mano izquierda, los lacayos de Maduro y los nacionalistas antiespañoles me han quitado, como Policía, la UNICA herramienta legal que me permite quitar a un hijo de puta un cuchillo, una navaja automática o cualquier arma blanca que porte por la calle, bien en el coche, bien en el bolsillo en una zona de ocio. Es decir: que desde la derogación de la ley, que tanto aplaudes, cualquiera puede llevar un machete a lo Rambo, una navaja de mariposa, unos nunchakus o un machete de selva (deseos que tantos miembros de bandas latinas portan) por la calle, sin que yo pueda hacer nada para evitarlo. Es más, si quiero quitárselo, han eliminado el único instrumento legal que tenía para hacerlo, así que si no quiero que me procesen por un delito de robo con intimidación, tengo que dejar que ese “buen ciudadano” entre en la discoteca donde está tu hijo con su navaja o cuchillo jamonero…. Esperemos que no le de por usarlo contra él, le corte el pescuezo o se lo clave en su corazón, y tus actuales risas se transformen en llanto el día de mañana.
Me han quitado la única herramienta legal que me permite incautar droga o sancionara quien la esté consumiendo a tu lado. Porque actualmente podré sancionar a quien esté fumando un Lucky Strike en tu autobús pero, si está fumando “maria de la güena” no tengo herramienta legal para impedirlo, aunque esté a tu lado en el autobús echándote el humo a la cara. O sea, que cuando vayas con hijos de corta edad a un parque y, tres o cuatro porreros se pongan a su lado, o un yonqui se ponga a pincharse en el parque infantil donde juega tu hijo y deje la jeringuilla llena de sangre al lado de los columpios no me llames, llama a los servicios de limpieza de tu ayuntamiento porque yo no podré hacer nada. Es más cuando encuentre a un camello en la puerta del colegio de tus hijos con tres pollos de cocaína para vendérselos, no podré hacer nada. Si… no son tontos y nunca llevan diez papelinas encima a la vez. Llevan la cantidad suficiente para que no pueda ser considerado más que “autoconsumo”. Pero ahora ya no podré quitárselas…. Espero que a tus hijos les siente bien y se metan sus “rayitas” o sus “pastis” sin la molestia de los maderos.
Incluso me han quitado la única herramienta legal que tengo para que, si veo que al vecino de encima de tu casa durante sus vacaciones se le rompe una tubería y tu techo está a punto de derrumbarse encima de tu cabeza o la de tus hijos, o las filtraciones de agua estén afectando a tu instalación eléctrica con el consiguiente peligro, no pueda acceder a ese domicilio a cortar el agua…. O sea que lo mismo, no me llames a mí, porque no voy a entrar en el domicilio de nadie en caso de ruina inminente o grave peligro para las personas o los bienes sin el respaldo jurídico que la ley que ahora disfrutas derogando me daba antes. El domicilio es sagrado y, desde esa derogación no podré entrar. Dime ahora, querido borrego, que llame a un juez que me autorice a entrar, que te contestaré lo que me contesto un juez cuando le pedí permiso para un caso similar: “legalmente solo puedo autorizar la entrada a un domicilio en caso de delito. Usted tiene la Ley de Seguridad Ciudadana para entrar de propia autoridad en caso de ruina o peligro grave para personas o bienes” Pues bien, ahora no la tendré por lo que si te cae el techo encima, no podré más que avisar a unos sanitarios para que te curen a ti o a tus hijos.
Hay muchas más cosas que tu ignoras, pero que esta Ley me permite hacer PARA TU SEGURIDAD, y son herramientas que me van a quitar… Es decir, que te estas quitando tu mismo. Te aleccionan diciendo que esa Ley te quita libertad. No te equivoques, le quita libertad al que lleva un cuchillo por la calle o al que consume drogas delante de tu hijo…. Pero con su derogación les devuelve esa capacidad tan española de hacer lo que a cada uno le salga del nardo.
Disfruta ahora con la derogación porque desde que entre en vigor la misma, esto va a ser un no parar de reir. Eso si, no me llames porque poco podré hacer para ayudarte. Hala borreguito: ¡Disfruta lo que has votado!”
Yo creo que la situación se nos ha ido tanto de las manos en este país que necesitamos leyes como esa, o incluso más duras, para mantenernos en el camino correcto (no vamos a caer ahora en que necesitamos otro Paquito) y cuando digo correcto solo me refiero a seguir unas normas básicas de convivencia, nada dogmático; y pienso que aquellos que quieren derogarla son todos esos cuya manera de entender la vida es saltarse a la torera todas aquellas normas que no les gustan, aprovechan toda la normativa posible para vivir del cuento sin trabajar y creen que tienen todos los derechos y ningún deber.
Yo no tengo nada que esconder, sobrevivo como puedo en la sociedad que me ha tocado y trato de comportarme con cierta corrección para conmigo mismo y para con los que me rodean (porque no vivo solo), por lo cual creo que nada tengo que temer de esta ley; es más, me da la tranquilidad de que si alguien intenta hacerme algo a mi o mis seres queridos, la policía podrá actuar al respecto.
Pero es muy fácil hablar de falta de libertad cuando lo que quieres es que la policía no pueda decirte o hacerte nada si te estás saltando o aprovechando las normas o leyes o te estás comportando como un cuadrúpedo en aras de la consabida libertad. Lo mejor es que esta gente se creen los más listos y lo más triste es que con nuestra complacencia, a veces, hacemos que lo sean.
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